Si hay un personaje apasionante dentro del anarquismo ibérico, si hay un personaje que brilló con luz propia durante el periodo de la II República y la Guerra Civil Española, ese es sin lugar a dudas Melchor Rodríguez. Para conocer su historia hemos tenido la oportunidad de entrevistar a Alfonso Domingo autor del libro El ángel rojo, la historia de Melchor Rodríguez.
De sus iniciales andanzas por el mundo taurino Melchor Rodríguez pasará foguearse como anarquista en las luchas sociales del periodo de la monarquía de Alfonso XIII y la posterior II República. Fueron casi 30 veces las que ingresó en prisión a causa de sus actividades reivindicativas hasta el punto de ser conocido como «El Decano» de las cárceles madrileñas.
Las contradicciones de nuestra guerra civil harán que Melchor, que conocía las cárceles desde dentro, se convierta en Delegado Especial de Prisiones por Madrid durante el controvertido periodo de colaboración gubernamental de la CNT-FAI. Será otro anarquista que había sufrido en numerosas ocasiones los rigores del sistema penitenciario, Juan García Oliver, quien le aupó en dicho cargo desde el Ministerio de Justicia. Un cargo desde el que intentó poner freno a la represión que enturbiaba el proceso revolucionario que se había iniciado en julio de 1936.
Que curiosa la historia de nuestra guerra civil: anarquistas ministros, delegados de prisiones de profundas convicciones libertarias. Las circunstancias de nuestra guerra civil los cambiaron a todos. La guerra, episodio trágico donde en los seres humanos aflora lo peor, sin embargo en algunas ocasiones hay personajes que dan muestra de todo lo contrario. Sin duda ese es el caso de Melchor Rodríguez.
Andaluz de origen y tremendamente vanidoso, un personaje con sus luces y sus sombras, pero ante todo dotado de un grandioso espíritu humanista y libertario. Ese era Melchor, que hasta de mago tenía el nombre.
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